Las evidencias científicas que confirman la aceleración del cambio climático en nuestro planeta, junto a la situación socioeconómica en materia energética provocada por el reciente conflicto bélico en Europa, obligan a la comunidad internacional a buscar soluciones energéticas urgentes, encaminadas a la reducción drástica a la dependencia de los combustibles fósiles y a su sustitución paulatina.
Una de las alternativas que más interés ha despertado como solución de futuro, es la producción de hidrógeno verde como vector energético. Hidrógeno producido a través de energías renovables y sus excedentes energéticos, como forma de almacenamiento de energía.
España, junto al resto de países del sur de Europa y norte de África, presentan un potencial enorme para la producción de hidrógeno verde. No en vano, se destinarán próximamente más de 1.500 millones de euros al desarrollo del hidrógeno verde en el futuro, contemplado en la convocatoria al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de energías renovables, de los que ya han sido aprobados este año los primeros 400 millones por el gobierno, lo que favorece sin duda la iniciativa a la colaboración pública con la empresa privada.
En este contexto, ya se anuncian giga-proyectos a nivel mundial como HyDeal España, para la producción de hidrógeno renovable, impulsado por Arcelor Mittal, DH2 Energy, Grupo Fertiberia y Enagás o empresas como Repsol con un consorcio de empresas para el desarrollo de proyectos para la producción de hidrógeno verde.
Lapesa, como fabricante de recipientes a presión, contribuye con la ampliación de la capacidad productiva en su gama de depósitos específicos para el almacenamiento de hidrógeno gas y abastecer de este modo, las necesidades de almacenamiento de hidrógeno para los proyectos venideros.